martes, 5 de enero de 2010

Noche sin perfume



“Pero a veces, así como hay años enteros de una larga y espesa oscuridad, un minuto de la vida de un hombre es una luz deslumbrante”, dice Aroldo Conti en PERFUMADA NOCHE.

La de César Tabares fue una vida llena de minutos de luz.

Un chico delgaducho que corría y jugueteaba por el barrio. Pasó por el secundario, se estiró de golpe, se convirtió en un muchacho rebelde y desgarbado. Tal vez haya tenido un momento sombrío cuando cabeceó a alguna piba en un baile y ella le dio vuelta la cara.

Creció. Se convirtió en un tipo bien parecido, con chispas doradas en los ojos.
Descubrió la injusticia. Tuvo compañeros de ideales. Construyó utopías mateando hasta el amanecer.

Alicia había venido de Cañada Rosquín a estudiar psicología. Delgada, de grandes ojos oscuros y cabello ondulado castaño claro, casi rubio.
Quizá como en el cuento de Conti fue en una “perfumada noche”. Él se enamoró de ella y ella se enamoró de él. Del amor de la pareja nacieron tres hijos.

La vida de un hombre, unas cuantas líneas. En lugar de “un puñadito” de tristezas, como la del personaje, un puñado de felicidad.


Tenían por delante millones de minutos de “luz deslumbrante”. Este podría haber sido el final de la historia. Tabares moriría “de vejeces”, es decir de “una buena muerte, al natural” como el Sr. Pelice. Pocos lo recordarían.

El 5 de enero de 1977 su mujer y sus hijos esperaban a César en Cañada.

Anochecía sin perfume. Él salió del estudio que compartía con otro abogado en busca de su Citröen.

La noche olía a bestias, a sangre, a muerte. Noche de “ una larga y espesa oscuridad”, esa que “duró años enteros”.

El auto quedó en la calle. Para Federico, Leandro y Julieta Tabares ese seis de enero no llegaron ni los Reyes ni el papá. Sus mentes inocentes no hallaron respuestas ante tanta ausencia.

Alicia comenzó a golpear puertas, llegó hasta la de la calle Dorrego. Se rieron en su cara. Se encontró con otra mujer, la loca la llamaban, la bicicleta de su hijo había quedado en la calle.

César Tabares no fue enterrado, por eso no fue olvidado, al igual que Conti, que otros miles.

Haroldo plantó álamos en sus libros. Plantamos árboles en el Bosque de la memoria, otros los arrancaron, volvimos a plantarlos.

La que llamaban loca se encontró con otras. Aún llevan pañuelos blancos en sus cabezas.

Fernando Traverso estampa bicicletas en las calles. Mi hijo se llama César en homenaje a Tabares.


Julio de 2006- Berta L. Temporelli


Los párrafos entre comillas son textuales del Cuento de Haroldo Conti “PERFUMADA NOCHE”, del libro : “LA BALADA DEL ÁLAMO CAROLINA.

10 comentarios:

  1. Tu texto es todo un homenaje en este día para tu amigo y su familia.
    Muy adecuada la foto, ¿es tuya?

    Un abrazo.

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  2. Gracias por el comentario. No se a cual foto te referís. El retrato de César fue escaneado por compañeros. A la actual, la de la vereda de la ex-jefatura en la puerta de calle Dorrrego la tomó Carlos. Un beso.

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  3. Gracias Alma. Como canta Gieco:"la memoria, testigo de la vida y de la historia. Un beso.

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  4. Gracias por la invitacion para leer este texto, no recordaba el cuanto de Conti, dadoque lei ese libro hace muchos años,me gusto mucho el texto, un abrazo
    leonardo

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  5. Leonardo, de Revenires de La Palabra, gracias por visitar mi blog. Un abrazo.

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  6. Paso a decirte que me ha emocionado el comentario que me dejaste en el Almacén

    Besos

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  7. ¿Dónde Andás Bertita? Me gustó mucho esta entrada ¿no hay más? Besotes

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  8. Berta soy Abel el hijo de la Sra Leonila de Baravalle directora de la 61 JG Lavalle, hoy tengo 63 años y dos hijos una de 30 y otro de 18, mi vieja apenas conocio al ultimo se fue un mes y medio despues de su nacimiento. Acabo de oirte por Radio nacional q acompañaste a tu nieta al jardin, yo todavia no tengo ese honor, me trajiste a aquellos tiempos de la matachancho cuando despaparecio un pibe por la madera podrida del piso del salon, hace 40-45 años y tal lo escuche todavia no ha cambiado mucho eh
    Mi mujer tb rscribe y voy a pedirle q te mando algo de eso. Q la llama de la docencia siga encendida en vos y los q sigan y sientan no dar clases como sentia mi vieja Un saludo a vos y en vos a todas las q se empeñan en hacer conocer lo esforzado y duro que es se DOCENTE

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  9. Abel:Realmente me emocionò encontrar este comentario, casi no puedo creerlo. Recuerdo perfectamente a tu mamà, me parecìa muy piola. Tenès que leer en las publicaciones màs antiguas "Guardapolvos blancos", allì hablo de la ESc. 61 y hay fotos. Ahora tiene un edificio nuevo y una directora muy entusiasta, Liliana, que ha creado un blog de la escuela, entre mis "Seguidores" la encontràs, y tambièn podès escribir.Fijate en la columna de la derecha, y tambièn allì dice Guardapolvos blancos, con fotos.
    Me gustarìa que siguieramos en contacto por correo, haceme llegar todo lo que quieras. Te reitero la alegrìa que me produjo tu comentario. Un abrazo grande para vos y tu mujer.

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