jueves, 5 de noviembre de 2009

Dioses y milagros en la TV

La mujer del barrio toba denuncia, en los alrededores venden droga, ella quiere que los encierren, les están vendiendo a los chicos y no quiere que sus hijos…

De pronto la nota se interrumpe. El acontecimiento trascendente merece toda la atención y se transmite en directo. Se inaugura el casino y ha llegado la madrina que entre resplandores de flashes hace su entrada. El público la rodea, la apretuja. El locutor no escatima elogios. Es que la reina del rating es la estrella exclusiva del canal.

Las cámaras la toman de cerca. ¡Epa, no tan cerca que no hay photoshop! Se quita el bolero de piel. Vestida de negro, (se supone que hace más delgada), se menea como vaca en la Rural. Sus labios re-rellenos de colágeno no dejan de sonreír.

El locutor, que continúa halagando la simpatía de la diosa de la tele tilinga, visiblemente desbordado por el caos, en un momento dice algo así como...”es que a pesar de todo, Susana”…

¿Qué habrá querido decir? ¿Que a pesar de tener la mentalidad más retrógrada que el dinosaurio que ella creía vivo, de que le importen un carajo los Derechos Humanos y quiera la pena de muerte, Susana sigue siendo simpatiquísima?…(Noticiero de Canal 5 de Rosario: 15-10-09)

Sin duda era la nota más importante del noticiero de la noche. A quien puede interesarle que la madre toba no quiera que sus hijos se conviertan en adictos.



Salimos a tomar un café, a pasar un rato agradable, pero en el bar tienen el televisor sintonizado en ese canal y no podés pedir que cambien el programa, te mirarían como si el personaje de “La metamorfosis” hubiera tomado vida.

Al principio no miramos la pantalla, o lo hacemos sólo de soslayo. ¿Qué se hizo de ese muchachote comentarista de deporte al que todos gastaban bromas? Ese que hasta podía resultar simpático cuando comenzó a conducir su programa, hasta que empezó con las “joditas”.

Aprendió que hay algo que genera más ganancias que ponerse un alfajor entero en la boca, descubrió qué es el rating y como lograrlo.
“En un apartado pueblito del interior de Jujuy hay una escuela bilingüe muy pobre en recursos a la que concurren más de mil alumnos, muy humildes, el personal es muy abnegado, todo es muy”…

Nos enganchamos en el tema. El documento conmueve, que joder, nos toca de cerca esa realidad.

El conductor lo presenta serio, luciendo barba recortada y vestido de traje negro. A su lado Silvina Luna, con minúsculas prendas de vedette, su esbelto cuerpo cubierto de gibré, se muestra visiblemente emocionada. Él no es otro que Marcelo Tinelli.

De pronto aparecen en vivo los chicos descendientes de pueblos originarios, los de la escuelita pobre de Jujuy, la directora, la cocinera. Lernner interpreta una canción que habla de la injusticia. Los niños lloran, los grandes lloran. Silvina Luna semidesnuda también llora, se enjuga las lágrimas ¡Cuidado, que no se corra el rimel! Es que después tiene que “bailar por un sueño”, el de aliviarles un poquito la pobreza a los chicos de Jujuy.

Y aunque ustedes, intelectualoides, escépticos detractores del Dios Tinelli no lo crean, él llora. Es que la injusticia social eleva al máximo los puntos del rating. (Programa transmitido durante la última semana de octubre).




La misma semana, en el programa 678, por Canal 7: ¿Qué le parece Milagro? Pregunta la notera a paqueta señora. “Una cucaracha” responde la habitante de distinguido barrio de la Ciudad Autónoma de Bs. As. “¿Usted conoce la obra que realiza, los comedores que mantiene?”, continua la periodista. “No conozco la obra, no me interesa, para mi es "una cucaracha”, reitera con firmeza la señora.

Se refieren a Milagro Sala, una mujer de rasgos aindiados y tez morena. Vive en San Salvador de Jujuy. Ella supo desde pequeña que es la miseria, la degradación. “La Milagro” como la llaman en el barrio, decidió organizarse, crear instrumentos, formarse y formar compañeros para luchar con dignidad contra la injusticia social desde la agrupación barrial “Tupac Amarú”.

La señora que seguramente salió con su cacerola el año pasado, probable devota de San Cobos o miembro del Club de admiradoras de de Ángelis, que hasta pudo llegar a conmoverse con el programa de Tinelli, ya tomó partido frente a Milagro. No se puso en el lugar del otro para analizar la situación de los habitantes de la villa en Jujuy, ni discute las formas de lucha de Milagro. Ella la juzgó por sus rasgos, su color de piel, su condición social. Para ella es sólo “una cucaracha”.

Pero esta mujer de rostro moreno, a la que algunos medios la quisieran estaquear para que la opinión pública la descuartice, aprendió que a ella y a su pueblo no los van a salvar los dioses como Tinelli ni los milagros, ella sabe bien quien salvará a quién…

Imagen: Foto de Milagro Sosa, tomada de Google

4 comentarios:

  1. Me encantó tu post. La verdad es que no se puede mirar la televisión, sólo trae disgustos, es mejor mirar por la ventana y abrir la puerta a los que nos necesitan.

    Un beso grande.

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  2. Te faltó hablar de la reina madre de la impostura e hipocresía: Mirta Legrand. La verdad muy bueno, lo hiciste justo antes de que hablara Cristina, le sacaste las palabras de la boca. Y con lo de Milagros, yo no creo que sea su color sino la influencia de los medios lo que hace decir a ciertas señoras: cucaracha. Y el Dios Tinelli... yo que soy ateo no encontraría un adjetivo más perfecto que ese... Dios!!

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  3. Mariela: Acá estoy otra vez,posteando, pero no me permito hacer nada sin sentido. Lamentablemente hay personas que la única ventanita que tienen es la de la TV y en vez de recibir aire puro reciben la contaminación de la basura que generan ciertos medios. Besotes, amiga bloguera N°1.

    Ezequiel: La reina madre de la hipocresía se merece páginas doradas, esperá que me ponga a tono. Un abrazo Eze!!!!!

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  4. Que tema!!! mi querida, a las que somos morochas y encima indígenas, somos cucarachas, negras de m, u otros nos endilgan "de los pueblos originarios"...(juaj!!! esto me causa mucha gracia, porque nos dicen lo mismo en otros términos) y por lo tanto todo lo que se haga no cuenta

    De cualquier manera vale la pena seguir adelante y desearte muchas felicidades y buen comienzo del 2010

    Besos

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