lunes, 21 de marzo de 2011

Quisiera


Quisiera contarte una historia de un recuerdo que no tengo.
Quisiera contarte de cuando tenía tu edad, o de unos años antes o de unos después. Querría y quiero pero no puedo.

Tu preguntar es insistente y me pone a prueba, me somete al recuerdo, ese que nunca tuve y ese que no quiero recordar que no tengo. Ante la negativa te alejás, seguís con tus cosas, yo me relajo y me siento aliviado. Al rato, o mañana, o después, regresás insistente: ¿Cómo se llamaban tus compañeritos de escuela?, ¿Cuántos años tenías cuando tu primera bicicleta?, ¿eras bueno en el fútbol cuando tenías siete como yo?...

Quisiera y mientras quiero sé que no puedo. Sé que no puedo responderte por no poder recordar.

Quisiera contarte y no recuerdo, juro no evadirte, pero qué y cómo decírtelo.
Pasan las horas, los días, la vida. Pasan los que te quieren y los que te quisieron. Pasan los que están y los que se fueron. Pasa todo lo que tiene que pasar y sigue la interminable construcción de ser, de seguir siendo.

Quisiera y lo intento más, me esfuerzo hasta el hartazgo y no lo logro.
Quisiera y como sé, ya, imposible, al recuerdo lo invento de la imagen de una fotografía.

No te conforma, como no conforma a nadie la mentira.

Quisiera y es, ya saber… nunca poder.
Quisiera y no.

Quisiera que no insistas, me duele el dolor.

Quisiera yo y sé que vos querés saber. Pero no está, se fue… todo se fue con él.

Tendré que pedirte perdón, el día en que entiendas que su muerte es más que un feriado. Cuando logres poder ver más allá de lo concreto, cuando sientas como su muerte nos atravesó la vida. Prometo pedirte perdón. Ahora solo te cuento la historia que nunca hay que dejar de contar.

Quisiera decirte un día que recuperé mis recuerdos, que logré que sea uno y no 30 mil, no sé si podré… pero quisiera.

Entre tanto te doy lo único que recuerdo, lo único que no lograron desaparecer. Te doy su valor, la fuerza moral de quien no se deja dominar ni abatir, esa que lo mantuvo en pie, hasta que llegó la orden de disparar.


Escrito el lunes 21 de marzo.
Federico Tabares, hijo de César Tabares, detenido desaparecido el 6 de enero de 1977.