sábado, 18 de abril de 2009

Tuve una nona de ojos azules


¿Qué habrás hecho del recuerdo de aromas y arrullos? ¿Acaso los trajiste junto a las sábanas, las cuffias, los fazzolettos, los camisones con puntillas y el ajuar del bambín en el baúl? O tal vez los arrojaste a ese mar desgarrante para no cargar con el pesado bagaje de la nostalgia, sabiendo que te alejabas para siempre de tus seres queridos y de tu tierra natal.


Llegaste a l' América muy joven, pero ya casada y con un piccinino, el Juanín. Te esperaba tu esposo que había venido un tiempo antes.


El Carlo fue el pare que comenzó la construcción de la casa que se agrandaba con la llegada de otros hijos y vos la mare Marieta que fundaba su lar. Pronto se llenó de bambinos que correteaban por el patio.


Te dabas tiempo hasta para cuidar las plantas de flores que perfumaban la galería.


Cambiaban las costumbres del hogar, olores y sabores de estas regiones se confundían con los de tu Italia lejana. Contrariando a la superstición que dice que donde hay hortensias las jóvenes se quedan solteras, todas tus hijas, de ojos azules, se casaban.


El menor de los varones, el que había trabajado de albañil con los anarquistas paisanos del pare, el más rebelde, se animó y te presentó a su novia, una joven criolla de piel oscura ¡Grezoud! ¿Cómo se atrevió? Pensaron algunos. Pero vos, contrariando el sentir de los de tu tierra, le abriste tu corazón a la muchacha. Al poco tiempo cerraste para siempre tus ojos azules. Han pasado casi setenta años, yo no había nacido aún.


Algunas tardes de primavera, en la vieja galería se oye el eco de antiguas canciones piamontesas mientras la brisa suave trae perfumes desconocidos. Entonces yo, que heredé la rebeldía de mi padre de ojos azules y la tez morena de mi madre me encuentro con vos, mi nona gringa que no conocí. 26-10-07.

10 comentarios:

  1. ¡Qué hermoso relato!

    Ahora me he sentado a disfrutarlo, y es tan bella la historia de tu abuela de ojos azules que no conociste pero que describís tan bien, que me parece a mí estar viéndola.

    Besos, y ¡felicitaciones por el blog!

    ResponderEliminar
  2. tengo un abuelo piamontes de ojos azules! ...
    TucuMALA

    ResponderEliminar
  3. Mariela:Agradezco y valoro tu comentario. Sé que es sincero porque sos muy buena escritora y gran lectora.

    TucuMALA: ¡Qué interesante que alguien que no conozco lea mi texto y también tenga una abuelo piamontés! Acá dicen que las rosarinas SOMOS tan lindas por el cruce de étnias.Como verás me incluyo.

    ResponderEliminar
  4. ufa te había escrito que te admiraba que te quería y un montón de cosas más y por esta magia de la internet se me borró todo.Qué lo parios!!!!Ahora va de vuelta pero más corto y seguís sorprendiéndome mi querida Berta tu creatividad no tiene tiempos ni barreras eso te decía y no puedo dejar de volverlo a escribir Ud se lo merece

    ResponderEliminar
  5. Querida y recién conocida Berta. Tu relato de la nona de ojos azules me conmovió.
    Escribes muy bien y lo haces con el corazón.

    ResponderEliminar
  6. Mauri:¡Qué gusto tener un lector! Hasta ahora solo tenía lectoras, así que bienvenido a mi blog y gracias por tus palabras.

    ResponderEliminar
  7. Berturquesa, te conocí de casualidad... Alguien me dijo ayer -"hace poco leí algo de la "matachanchos", no me preguntes dónde ni cuándo , pero lo leí". Entonces, así como soy (impaciente, pasional y ansiosa) pensé dónde encuentro al que habló de la "Matachanchos", quizás el ciberespacio me ayude. Puse en el buscador la palabra y apareciste luchadora, pasional, idealista en el artículo de alguien que , aparentemente, es amiga en común; Marcela ,de La Capital. Le mandé , inmediatamente un correo . Ella, que me conoce, inmediatamente me lo respondió y me dio tu teléfono ( aún no me animo a llamarte) y me dio tu blog que sí me animo a leerlo. Hola Berta!, mucho gusto soy Liliana , directora actual de "la matachanchos" y tengo un sueño... conocerte, hablar con vos y que me muestres tus anécdotas de guardapolvos blancos.Quizás con tu vos pueda seguir reconstruyendo la historia de esta querida escuela. Te dejo para que vayas viendo cómo es hoy "la matachanchos" ; www.escuelan61juangalolavalle.blogspot.com
    Visitános. Te dejo todo mi cariño

    ResponderEliminar
  8. Perdón pero el vos , sin zeta, fue un error imperdonable. Liliana

    ResponderEliminar
  9. Liliana: Tu comentario me emociono, siceramente, hasta me hizo lagrimear. Con el tiempo me he vuelto pudorosa y me sonrojo leyendo que no te atrevías a llamarme. No estuve muchos años en la docencia, fueron unos 15, pero di en cada etapa en que la ejercí lo mejor de mí, como persona y como profesional. Respecto a lo de la "z", a veces yo también cometo errores, en especial cuando escribo rápido. ¡Bienvenida! con todo mi afecto.

    ResponderEliminar
  10. Gracias Berta por la bienvenida. Es un gusto recorrer tus historias.Tenés eso que deberíamos tener todos los maestros: algo de poeta, algo de loco, algo de soñador... porque si no es así , qué dura y difícil se hace la tarea en estos tiempos que corren. Los maestros debemos recuperar la tarea de escribir, recuperar la lectura, recuperar el lugar de ciudadanos pensantes, críticos, justos ... porque sino , cómo haremos para enseñar algo que no ejercitamos ¿no?. Son bellas tus historias, son reales y están cargadas de emociones, de memoria, de actos. Espero que tu pluma (ahora teclado) no se agote y puedas contarnos historias donde logremos encontrar el hilo invisible que, ahora, está uniendo nuestras vidas. Todo mi cariño
    Liliana

    ResponderEliminar