jueves, 29 de julio de 2010

La novia del Negro.



Ahora puedo confesarlo, yo era la novia del Negro. De ese tipo de novias que nos enamorábamos de un chico en la primaria y decíamos “es mi novio” aunque él no lo supiera y no nos diera bolilla. Porque puedo afirmar con celos que no era la única.

Es que el muy seductor, histeriqueaba con cada una de nosotras cuando halagaba la belleza de la mujer rosarina. Si hasta nos convencía cuando afirmaba que la hermosura de nuestros cuerpos había sido modelada a fuerza de bajar al río Paraná a lavar la ropa, aunque ya hace un siglo que en Rosario hay agua corriente y como 40 años que usamos lavarropas.

Abuelas o en edad de serlo, seguíamos sintiéndonos las hermosas destinatarias de sus piropos, locamente enamoradas de él, y algunas hasta le escribieron poesías y se abrieron paso a codazos para entregárselas, como cuando eramos las chiquilinas del Normal.
Tu novia secreta Berta Temporelli


A tres años de tu partida:
¡Gracias querido Roberto Fontanarrosa por por tu inefable humor!

sábado, 3 de julio de 2010

Palabras nuevas




OCULTOS Ciclo organizado y coordinado por Ivanna Simeoni,"Pipu",quién tuvo la deferencia de invitarme. Este es el texto que leí:



PALABRAS NUEVAS


Agosto de l976.Un día frío y húmedo. Las primeras horas de la tarde. Lo último que guardan en la baulera del ómnibus es la pelota de cuero de mi hijito. ¡Mi gol! ¡Mi gol! Reclama. En su media lengua le resulta más fácil llamar gol a la pelota, viaja sobre mi falda y la de la nona. Juega inocentemente. Repaso en mi mente los días…

Dejamos el nene en lo de mis viejos y pasamos la última noche en un hotel por horas. A la mañana siguiente parte. El dinero le alcanzó justo para un pasaje que lo saque del infierno. No nos vemos desde entonces. Más de un mes.

Deambulo con mi hijo a cuestas durmiendo cada noche en casa de un familiar distinto. El último día de trabajo en la escuela Musto. Mi compañera presiente porqué me voy. Quisiéramos darnos un abrazo. Nos despedimos como todos los días.

Hoy al fin hemos podido emprender este viaje que ahora se hace interminable. En cada parada mi chiquito reclama ¡Mi gol! Después se conforma, sabe que va a ver a su papá. Se duerme con un cuento de su nona criolla. Mi vieja. Hace un año tiene una hija presa, con mi viejo le crían los chicos. Le sobró voluntad para acompañarme.

Llegamos a la mañana siguiente, después de más de diecisiete horas de run run. Cargamos bolsos y valijas en un taxi, él lleva su “gol”. El sol comienza a picar.

El puerto parece un hormiguero, gente humilde viene y va con bolsos y paquetes. Nos embarcamos apiñados, en una de las lanchas precarias que cruzan el río.

¿Nos alejamos de qué? Busco las palabras…Patria, utopías, realidad, pesadilla. Todas me duelen.

El sol se refleja en cada trocito de la superficie del agua, estos vienen, van, se unen, se separan. Como cada una de las palabras con las que he formado las imágenes del terror.

Se llevan a alguien, lo largan a los dos días, le pide a un amigo en común: “avisales, que se vayan, me preguntaron por él y por el flaco”.

Pocos días después van a buscarnos al domicilio donde habíamos vivido hasta el año anterior, nos llaman a gritos. El departamentito está desocupado. Saltan el tapial, abren las puertas de las habitaciones a patadas. Revuelven unas pocas cosas inútiles. Suben a la terraza. Se descuelgan de los techos a los departamentos contiguos, sacan a los vecinos en calzoncillos al patio, hace un frío terrible.

Las imágenes se repiten, las desarmo, se vuelven a formar.

Ya es medio día y sol abraza cuando diviso la otra orilla.Todo el paisaje tiene el tono rojizo de la tierra.

Escucho palabras nuevas. Encarnación suena como el nombre de una tía, Paraguay es melodiosa como una guarania. Las paseras cargan sus bultos en la cabeza, se apresuran a bajar. Una nube de mbarigüis nos sobrevuela, hay una hilera de karumbés aguardando pasajeros. Él nos está esperando. Nuestro hijito corre a sus brazos con su pelota. Nos abrazamos los tres. Gerardo es feliz, le basta con saber decir papa, mamá, gol. No conoce esa nueva palabra: exilio.
Berta Temporelli
Junio de 2006
Mi participación se completó con la lectura de "Agarrate Catalina", que subí al blog el año anterior y pueden buscar en la columna de la derecha.


Foto de arriba: Izquierda, Berta, centro, Pipu y Fabricio Simeoni, derecha, Rosi,del Taller "El libro de arena"

foto de abajo:En plena lectura.